jueves, 25 de abril de 2013

Una plaza de sol para la vida



Las Tunas es una provincia conocida por la décima y el verso improvisado, pero muchos la distinguen por sus esculturas a gran y mediana escalas, mas, otros la conocen por ser aquilatada en su historia y tener la única Plaza Martiana con calendario solar.



De paso obligado para transeúntes y visitantes resulta este trascendental lugar que constituye una de las instituciones de mayor connotación en el territorio, 690 kilómetros de La Habana, en la cual se relacionan hechos inobjetables que vinculan la historia, la cultura y la identidad de Las Tunas, al evocar la prestigiosa figura de José Martí Pérez.



Ubicada al frente del Teatro Tunas se erige emblemática y abierta a quien desee mirarla, caminarla y tocarla, esta obra en la que confluye la Astronomía, la Arquitectura solar conmemorativa y ambiental, con la Historia.



Por el ingenio de Domingo Alás Rosell, su creador, hoy se constata una perfecta simbiosis del Astro rey y la figura de José Martí, en una monumental obra de orgullo para todos los tuneros, que se distingue por tres componentes esenciales: un reflector solar convertivo, un calendario y un reloj solar de 7,20 metros de diámetro, que orientado en la dirección norte-sur geográfica, paralelo al eje de rotación de la Tierra, define la hora con precisión cada cinco minutos exactamente.



Unido al movimiento de la sombra funciona el calendario, que dibujado en el piso describe en la superficie del suelo una serie de líneas coincidentes en las que sobresalen fechas históricas y astronómicas, como el nacimiento y la muerte del llamado Apóstol de la independencia de Cuba, los solsticios de verano e invierno, y los equinoccios de primavera y otoño.



Otra característica de la ingeniosidad de Alás Rosell en la construcción de esta colosal obra constituye el reflector, un espejo plano situado en la cabeza de un pedestal, que proyecta un haz de luz en el rostro de José Martí, en el que cada 19 de mayo a las 2:30 de la tarde, hora de su muerte, refleja la luz solar sobre su mascarilla, esculpida en bronce por la prestigiosa escultora Rita Longa.



Otros símbolos arquitectónicos componen esta pieza arquitectónica y que plasmados en un mural muestran mediante un monumento el lugar exacto donde cayó en combate durante la última toma de Las Tunas, el Teniente Coronel Ángel de la Guardia Bello, único testigo presencial de la muerte de Martí en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895.



La Plaza Martiana, inaugurada el 25 de Marzo de 1995 en ocasión de conmemorarse el Centenario de la firma del Manifiesto de Montecristi, tiene otros símbolos en su estructura: palmas, dos asientos en forma cilíndrica con una abertura que ofrece la idea de bastiones españoles tomados, y un mural en el que aparecen fuego, humo, tropel de caballos y columnas inclinadas con códigos arquitectónicos actuales, ofreciendo la idea de que se levantan para la nueva ciudad.



En el centro histórico de Las Tunas cada día al amanecer los habitantes de esta ciudad cumplen desde entonces, por el caudal de información científica que acaudala y los valores culturales, el precepto martiano de que…”Si hay algo sagrado en cuanto alumbra el Sol, son los intereses patrios”.



 

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