lunes, 1 de abril de 2013

José Martí: perpetuamente vivo en Las Tunas

El 19 de mayo de 1895, muere en Dos Ríos un hombre dotado de deslumbrantes facultades oratorias y sensibilidad poética: José Julián Martí Pérez, heredero de un pensamiento político revolucionario fomentado por la experiencia de sus años de vida en distintos países de la América Latina.

“El escultor construye como construye la naturaleza: masas rudas primero, y acabadas luego…” así plasmó José Martí uno de sus pensamientos que en la provincia de Las Tunas permanece entre los transeúntes día tras día, concretado en la céntrica Plaza Martiana, obra del reconocido escultor Domingo Alás Rosell, quien en un trascendental lugar relaciona hechos inobjetables que vinculan la historia, la cultura y la identidad de Las Tunas, al evocar la figura del Apóstol de Cuba.

En la monumental obra confluye un profundo estudio astronómico, arquitectónico e histórico, que se distingue por tres componentes esenciales: un reflector solar convertivo, un calendario y un reloj solar de 7,20 metros de diámetro, que orientado en la dirección norte-sur geográfica, paralelo al eje de rotación de la tierra, define la hora con precisión cada cinco minutos exactamente.

Asociado al movimiento de la sombra funciona el calendario solar, que dibujado en el piso describe en la superficie del suelo una serie de líneas coincidentes en las que se destacan fechas históricas y astronómicas como el natalicio y la muerte del Apóstol, y los solsticios de verano e invierno y los equinoccios de primavera y otoño.

El reflector es un espejo plano situado en la cabeza de un pedestal, que proyecta la luz del sol en el rostro de José Martí esculpido en bronce por la prestigiosa escultora cubana Rita Longa.

Este componente está situado astronómicamente según las coordenadas solares (acimut y altura solar) para que cada 19 de mayo a las 2:30 de la tarde, hora de la muerte de Martí, se refleje la luz solar sobre su mascarilla.

La Plaza Martiana, está compuesta por otros símbolos arquitectónicos actuales plasmados en un mural, y un monumento en el lugar exacto donde cayó en combate, en esta ciudad, el Teniente Coronel Ángel de la Guardia Bello, único testigo presencial de la caída del Héroe Nacional de Cuba, en su primer enfrentamiento armado contra las huestes enemigas.

Hoy se congregarán, como cada 19 de mayo, en este sitio de obligado paso en la ciudad capital de la provincia de Las Tunas niños, jóvenes y pueblo en general, para testimoniar su homenaje a José Martí con ofrendas florales y actos culturales en los que se recuerda la obra de quien plasmó con su propia pluma…”La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida…”


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