«Más que atracción por el
arte la abstracción me escogió a mí», fue un criterio oportuno cuando se
autodefinió pues a pesar de ser pintor y escritor, su vida de artífice ha
estado marcado por el arte abstracto.
«El arte es un camino
abierto, tenemos la posibilidad de conquistar un espacio físico y mental. Desde
niño logré una atracción por las reproducciones de pinturas abstractas, las
entendía menos, me parecían más misteriosas, quizás sea esa la causa que me inclinó
por esta manifestación artística», destacó el Premio Nacional de Artes Plástica
2015, Pedro de Oraá, un creador irrepetible que nunca ha dejado de
experimentar.