A 55 años de creados los Círculos Infantiles, esta
valiosa experiencia, surgida por indicación de Fidel y con el apoyo
incondicional de Vilma Espín, se mantienen como centros formadores desde las
edades tempranas.
Para Sucel Zamora, una maestra de Secundaria Básica en
esta ciudad, «la experiencia de estas instituciones resulta indispensable para
el cuidado de los más pequeños mientras
las madres se realizan profesionalmente y ayudan en la formación de las nuevas
generaciones».
Similar opinión resulta la de María Karla, quien tiene
dos niñas, y labora en la gastronomía, «el círculo infantil es verdaderamente
un centro que promueve valores de solidaridad, amor a los símbolos patrios, en
mi caso que trabajo tanto me sorprendo cuando mis niñas me comentan que hay que
ir al museo o cuando me preguntan por los líderes del Revolución cubana».
Lo cierto es que esas instalaciones contribuyen a la
educación, hábitos de vida, relaciones interpersonales, y múltiples habilidades
que favorecen el crecimiento espiritual de los infantes, además de acompañar a
la familia para la profundización de los contenidos en la casa, bajo la
orientación de docentes quienes demuestran cómo trabajar con los infantes en
cada hogar.
El proceso educativo para el
desarrollo en la primera infancia y el juego logran un proceso de
calidad, una realidad que disfrutan más de cinco mil infantes de esta provincia
en 28 círculos
distribuidos en los ocho municipios.
En esas casitas mágicas
donde la realidad de ser cantante o bailarines se hacen realidad, llenan de
fantasías cada mañana a los pequeños que a sus salones asisten para agradecer
con el beso de todas las mañanas a quienes los educan y cuidan.
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