Hace más de dos milenios se reconoció a la diabetes, por el médico
griego Areteo de Capadocia. A principios del siglo XIX se describió
claramente la diabetes mellitus (sacarina), caracterizada por la
presencia de azúcar en la orina, y se estableció que afectaba a dos
grupos de edad bien diferenciados: los niños y los adultos de mediana
edad. En el siglo XX se comprendió que se trataba de dos problemas muy
diferentes: en el primer caso, la llamada diabetes insulinodependiente, o
Tipo 1, caracterizada por la ausencia o una gran falta de insulina, y
en el segundo, la diabetes de Tipo 2, caracterizada por la ausencia de
respuesta a la insulina.
Este problema de salud logró mayor visualización tras el
descubrimiento de la insulina en 1921, y un año más tarde comenzó su uso
en el tratamiento del ser humano, y que en 1923 se producía masivamente
como fármaco.
La Diabetes Mellitus
incluida entre las enfermedades crónicas no transmisibles, es hoy una
patología que genera mayor discapacidad y mortalidad, por ello ocupa
gran parte de los recursos sanitarios de cualquier país.
Reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta
patología se está clasificada según la Asociación Americana de Diabetes
desde 1997 en 4 grupos: Diabetes Mellitus tipo 1, tipo 2, Diabetes
gestacional y otros tipos de Diabetes Mellitus menores.
A nivel mundial unos 415 millones de adultos padecen de Diabetes, cita la Federación Internacional de Diabetes,
cifra que puede ascender para el 2040 a 642 millones, pues según
investigaciones científicas entre los factores de riesgo que inciden en
su aparición se encuentra los malos hábitos alimentarios con tendencia
al gusto por la comida rápida y las bebidas azucaradas.
El mayor avance dado por los estudios epidemiológicos de los últimos
años ha sido evidenciar que el control metabólico previene las
complicaciones crónicas, a partir de la disponibilidad y el uso de la
información epidemiológica, así como la promoción de los servicios
disponibles, a través de programas de atención de la Diabetes Mellitus.
Ubicada como la sexta causa de mortalidad en el orbe, quienes la
padecen tienen una esperanza de vida reducida y una mortalidad dos veces
mayor que la población general, por ello la importancia del equilibrio
metabólico a partir de estilos y hábitos de vida saludables.
Cuba desde 1975 creó el Programa Nacional para el Control de la
Diabetes para disminuir el impacto y las complicaciones de la población
afectada, que se diagnostica desde la Atención Primaria de Salud,
eslabón desde el cual se logra el seguimiento, control, además de
facilitar la convivencia con esta afección con capacitaciones para la
educación alimentaria, medicamentosa y para el uso de equipos técnicos,
bajo la supervisión de especialistas.
Entre las principales complicaciones de la Diabetes se incluye las Úlceras del Pie Diabético
(UPD) que proporcionaban un alto índice de las amputaciones de los
miembros inferiores, y para esta necesidad médica la Isla patentó el
producto Heberprot-P, un fármaco cubano que ha beneficiado a más de 43 mil pacientes.
Este medicamento es aplicado como terapia en más de 17 países y
comercializado en más de 23 naciones, evidenciando su efectividad.
Hoy cuando se conmemora a nivel mundial el Día Mundial de la Diabetes
se promueven acciones para generar una mayor conciencia de las
afecciones de la diabetes.
Instituido por iniciativa de la Federación Internacional de la
Diabetes y la OMS, se celebra el 14 de noviembre para conmemorar el
aniversario del nacimiento de Frederick Banting, quien, junto con
Charles Best, tuvo un papel determinante en el descubrimiento en 1922 de
la insulina, hormona utilizada desde ese entonces para tratar a los
diabéticos y salvarles la vida.
Desde el 2014 y hasta el 2016 la celebración del día llevará el
nombre de «Vida saludable y diabetes», en un llamado a la prevención de
esta enfermedad.
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