Este escritor, narrador y realizador de audiovisuales, vinculado al fenómeno del arte desde 1868 cuando junto al grupo de teatro Andante recorría diversas comunidades como artista no profesional, hoy despedió su presencia desde la Casa Iberoamericana de la Décima El Cualambé, espacio donde se le encontraba siempre inmerso en su creación, bajo las influencias del bardo.
Su relación con la estrofa nacional llegó ya profesionalmente en 1979 cuando conoció en Puerto Padre, a Renael González en los talleres literarios y luego mediante los concursos y actividades de las Jornadas Cucalambeanas, a las que asistía como invitado.
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