viernes, 27 de mayo de 2016

Décima escrita para niños, inspiración para Diusmel Machado

La décima acrecienta su expresión hoy en el universo literario. Muchos son los autores que la hacen necesaria en su creación y en ello apuesta Diusmel Machado, un escritor que reside en Guáimaro y trabaja en la Casa de Cultura Luz Palomares García. 
Algunos autores ven en su desarrollo una forma más de entregar parte de la identidad de Cuba. «Yo estoy convencido por mi experiencia que los infantes y la décima son una posibilidad tremenda para la creación, la educación, y la formación de nuestros lectores del futuro.

«Los niños, que siempre tienen un imaginario muy vivo, cambiante, creciente, deben ser alimentados, tenemos a mano la posibilidad de acercarnos a ese mundo, por sus cualidades musicales, sus especialidades, dotes de ritmos, de fácil memorización, porque nos es entrañable y debe hacerse desde la infancia misma», subraya Diusmel quien trabaja en varios proyectos literarios como Sueño de trapos, décimas para niños.
«Escribir décima dirigida a los infantes a mí en lo particular me agrada mucho, y a muchos autores del país, es una forma estrófica muy agradable y picara, criolla y muy cubana. Es una modalidad que también puede emplearse para los infantes con una infinidad de variantes y posibilidades.
«Los niños acogen a la décima con una facilidad extraordinaria, como escritor vivo a diario esa experiencia hacia esta estrofa y sus posibilidades de comunicarse. Poder entrar al mundo de la memoria infantil y ser uno de sus recuerdos preciados»
«Desde mi trabajo con los niños los acerco a la producción literaria de autores como Randol Machado, Nixa Núñez Valdés y Miriam Estrada, como un compromiso con la cultura, una forma de que los niños asuman la cultura grande, la cubana, la universal desde la cercanía de sus propios amigos y compañeros de terruño.
«Actualmente hay un saludable movimiento literario, una notable tradición de la décima, que en Guáimaro logra un detalle muy especial por la tradición y el compromiso con la décima, por suerte con la existencia de varios escritores para niños, con nuevas propuestas editoriales todos los años», refiere el autor de Apuntes escolar, un decimario que verá la luz próximamente por la editorial Mecenas, de la provincia de Cienfuegos.
Diusmel Machado, merecedor del Premio Iberoamericano Cucalambé 2010 por El libro de los desterrados, acumula entre sus numerosos reconocimientos el primer premio en el concurso internacional de décimas de Tuineje (2005); primer premio del concurso de glosas Canto alrededor del punto (2006); Décima Joven de Cuba (1997, 2002 y 2008); Dador (2009) y Premio de la Ciudad de Camagüey (2010).

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