La educación como la salud, gratuitas, constituyen
derechos elementales en Cuba, una nación en la cual sus ciudadanos asisten a
las instituciones escolares desde las edades más tempranas a partir del libre
acceso que posibilita la Revolución cubana desde enero de 1959.
La protección a la niñez muestra un panorama de total
seguridad y protección bajo el amparo de la Convención sobre los derechos del niño,
aprobada en el mundo el 20 de noviembre de 1959, por la Asamblea General de las Naciones
Unidas.
En Cuba uno de los logros resulta la escolarización
plena, derecho a la participación y la posibilidad de jugar, una realidad poco
palpable en varias naciones del orbe pues los más pequeños sufren el maltrato
doméstico, físico y son forzados a trabajar desde edades tempranas.
Acciones concretas amparadas bajo disposiciones
jurídicas que consolidan y evidencian el derecho a la infancia se ejemplifican
en el artículo 39 de la Constitución precisa el
alcance de la obligatoriedad de estudiar y define la preparación general básica
que, como mínimo, debe adquirir todo ciudadano.
Bajo el principio de que el niño tiene derecho a
recibir educación, gratuita y obligatoria en las etapas elementales de la vida,
el Estado cubano forma en la nueva generación de educandos valores para su
vida, bajo la atención especializada de docentes altamente calificados que
garantizan el desarrollo humano.
Otras disposiciones como el artículo 45 de la Ley del
Registro del Estado Civil asegura el derecho de los niños a ser reconocidos por
sus padres y establece procedimientos para que todos puedan quedar debidamente
inscriptos inmediatamente después de su nacimiento, sin tener en cuenta el
estado conyugal de los padres.
Mientras en el Código de la Familia el principio de igualdad
entre los hijos, así como la obligación de los padres de protegerlos y atender
su alimentación, salud y educación, reafirma la atención desde la normativa
legal hacia la infancia.
La voluntad política de Cuba incluye entre las
garantías sanitarias a los infantes la atención médica entre la que sobresale
la aplicación cada año del Programa Nacional de Vacunación, mediante el cual
están protegidos contra 13 enfermedades como la poliomielitis, tuberculosis,
difteria, tétanos, hepatitis y el sarampión, mientras en el mundo más de seis
millones mueren por enfermedades prevenibles.
En materia de derechos humanos el cuidado de las
nuevas generaciones en el país tiene resultados visibles también desde el
derecho a la nacionalidad y hasta el pleno y armonioso desarrollo de su
personalidad, a partir de medidas legislativas pautadas en apoyo a la población
infanto juvenil, de ahí que la Organización de Naciones Unidas para la Infancia
(Unicef) destaque que Cuba es un modelo en el cumplimiento de la Convención sobre los derechos del niño.
Crear entornos protectores para ese segmento
poblacional con nuevas oportunidades resultará por siempre un reto en la
sociedad cubana a partir del respeto por el ser social y su dignidad plena
cuando de derechos humanos se aborde en esta Isla en la cual su proyecto
social es defensor de la primera Ley internacional sobre los derechos
del niño y la niña, aprobada desde 1989.
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