martes, 22 de septiembre de 2015

Virgen de la Caridad del Cobre, inspiradora y protectora de los cubanos

Virgen de la Caridad del Cobre. Foto:miguelitonoa
Imponente, majestuosa, son algunos de los criterios que salen de los labios de quienes por vez primera llegan hasta sus predios, en cumplimiento a una promesa o con la fe de que sus sueños y realidades se funjan al unísono, en un encuentro eterno con la Virgen de la Caridad del Cobre, esa patrona de Cuba, que extiende su manto protector a todos los que en esta tierra, y más, inspiran su fe en ella.
Hasta el lugar que ella preside, Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, llegan transeúntes de diferentes territorios de esta Isla, para quienes resulta indispensable ir a su encuentro si a la ciudad de Santiago de Cuba visitan. Ese emblemático lugar, lleno de tranquilidad y silencio para meditar e ir al encuentro de la Patrona de Cuba.


A su gozo total se entregan quienes concurren al lugar, presentan su ofrenda ante su imagen, que ilumina y acoge a sus hijos todos, sin exclusión alguna, en un diálogo entre almas en la cual se entregan lágrimas, objetos, pertenecías personales, cartas, juguetes, premios o tan solo se le enciende una vela, para mostrar su agradecimiento luego de recuperase de una enfermedad, de lograr empeños mayores, de volver a esta Patria sin contratiempos, o por la salud y la prosperidad de la familia.

Santuario de la Virgen de la Caridad, en el poblad El Cobre, de la ciudad de santiago de Cuba. (Foto  Miguelito Noa)
La Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, se muestra desde el cerro de Maboa, una construcción que data de 1927 y en cuya distribución arquitectónica se integran tres naves rematadas por torres y campanarios en un nivel más bajo.

A través de una escalinata de tres grupos de escalones se accede a la fachada principal simétrica que da la bienvenida y en su interior, dominada por hermosos vitrales alegóricos a la figura de la Virgen su estructura central concluye en una cúpula que permite mostrar en un altar móvil a la figura de la Virgen hecha de oro, en el Camarín de la Virgen, para estar más cerca del pueblo cubano.

En sus cercanías conforman parte del paisaje urbanístico la Casa de Retiro y Convivencia, la Casa de las Religiosas y la Hospedería El Cobre.

Siempre que se visita este lugara al bajar de la Iglesia los que a su encuentro van, llevan de regalo una virgencita bañada de cobre o estampas para regalar a seres queridos, acompañar a los más pequeños o para mostrarlos en las puertas y paredes de las casas, en señal de acogida del manto protector de la Virgen de la Caridad, una muestra de las creencias más profundas y legítimas de un pueblo, como parte de su cultura, de su identidad.

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