Mientras más del 70 por ciento
de los jóvenes del mundo, residentes en países subdesarrollados y
desarrollados, no acceden a una educación con calidad por la inexistencia de
justicia social e inequidad en el desarrollo,
en Las Tunas se muestran alternativas posibles para asegurar ese derecho
universal bajo la responsabilidad de todos: escuela, familia y comunidad.
Más de 600 centros de las
diferentes enseñanzas acogen a los estudiantes, quienes prestos a cumplir nuevas
metas exigirán de sus docentes autonomía, respeto y calidad en el proceso
educativo que permitan preparar y fomentar la personalidad de las nuevas
generaciones.
Los maestros junto a la
familia ocuparán un importante papel en el empeño de la Revolución cubana: una
verdadera educación.
Profundidad de los
conocimientos en los alumnos, el desarrollo de capacidades creadoras, formación
del colectivismo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, promoción de la buena
cultura, resultarán esenciales para el maestro en el nuevo periodo lectivo que
se proyecta por elevar la calidad.
La educación cubana resulta
sin dudas uno de los logros alcanzados por Cuba, una nación que apoya por
mantener y garantizar la calidad del proceso educativo, un reto al que se unen
nuevamente desde hoy la escuela y la familia.
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